Espíritu Polinesio y el balanceo de las almas
Desde el
respeto y armonía con la Madre Tierra, los habitantes polinesios,
inspirados por la observación de la Naturaleza y tradiciones
ancestrales que se pierden en la memoria de los tiempos, desarrollaron unas poderosas
y maravillosas artes de sanación que contenían, por
supuesto, los masajes.
El masaje era muy bien
conocido en las lejanas islas del Océano Pacífico muchos
siglos antes de la aparición de los colonizadores occidentales.
Estas
antíguas artes de sanación eran utilizadas tanto para
remediar síntomas externos, mejorar la función de los órganos internos y la sanación emocional y
espiritual.
Lomi
Lomi es el masaje tradicional de Hawái. Era, y aún hoy
en día lo es, una práctica común entre los
habitantes indígenas y que formaban parte de los rituales de
sanación e iniciación de los antiguos Kahuna (guardianes del secreto).
Los Kahuna eran
sacerdotes que practicaban el arte de sanar con mucha reverencia, amor y
espiritualidad. Ellos creían que el malestar físico y la
enfermedad eran el fruto y consecuencia de emociones reprimidas, trastornos mentales
o falta de armonía espiritual.
Es correcto
decir que lomi lomi incluye un masaje, pero no se limita a éste acto. Los Hawaianos nativos refieren que la verdadera
definición de lomi lomi es "volver a conectar con el
espíritu."
Bajo el nombre
de Kahi Loa o Masaje con los 7 elementos (conocido como Manos mágicas) hallamos una técnica cuyo
elemento principal es el "toque de amor". Kahi Loa es poco conocido. Kahi es el término hawaiano para referirse a los toques leves y suaves presiones palmares ejercidas durante el masaje. Mediante éste término se hace referencia, a su vez, al "fuego", al "flujo de energía" a través del cuerpo y la "unidad" en sentido de "integración".
Es una antigua y potente modalidad de trabajo con la energía vibratoria preservada durante muchos siglos por los indígenas Hawaianos, principalmente de las islas de Kauai y Linai.
Es una antigua y potente modalidad de trabajo con la energía vibratoria preservada durante muchos siglos por los indígenas Hawaianos, principalmente de las islas de Kauai y Linai.
Lomi
Papahele y Kua Lua (Kua Lomi) Son la versión
Lomi Lomi realizada a nivel de suelo y utilizando el pie, manos, rodillas,
antebrazos, se ejercita un dinámico y vibrante masaje ayudados por una
pértiga o palo (lomi stick) para mantener el equilibrio y poseer
precisión en el trabajo. Se suele ejecutar sobre el cliente con la ropa
puesta. Unas técnicas dirigidas al trabajo sobre el tejido transverso
profundo y que incorpora estiramientos de las cadenas musculares.
Estas
modalidades hacen uso de "técnicas de pie descalzo" para hacer
frente a la rigidez muscular y liberar tensiones, estimular la
circulación y promover una mayor movilidad y flexibilidad.
Katamasi
y también llamado Lomi‘ili’ili (piedras planas en
movimiento) es el masaje polinesio realizado con piedras calientes basálticas de
origen volcánico. Katamasi implica el tratamiento de la
enfermedad con la aplicación terapéutica del calor
procedente de las piedras volcánicas.
En Samoa,
también se le conoce como lolomi y milimili. En el este de
Futuna, también se le llama mili mili, fakasolosolo, amoamo,
lusilusi, kinikini, fai’ua. En Tonga el masaje es nombrado
como fotofota, tolotolo y amoamo.
Si existe algún rasgo diferencial en Nueva Zelanda, éste es la cultura Maorí (descubridores y primeros pobladores de Aotearoa, que significa "tierra de la gran nube blanca", actual N.Z.).
Los maoríes en Nueva Zelanda nombran al masaje como romi-romi (que litetalmente significa pretissage) y mirimiri (es el masaje más fuerte y profundo de las prácticas curativas maoríes.
Los maoríes en Nueva Zelanda nombran al masaje como romi-romi (que litetalmente significa pretissage) y mirimiri (es el masaje más fuerte y profundo de las prácticas curativas maoríes.
Esta
técnica de trabajo corporal combina el masaje de tejido profundo, los
puntos de presión y la alineación del cuerpo para ayudar a
liberar la energía bloqueada en sus aspectos físico,
emocional, mental y espiritual).
Este masaje
(mirimiri) junto con la medicina herbal (rongoa) y las
técnicas de sanación espiritual (wairua) conforman
los pilares de la concepción holística Maorí del
cuidado de la salud.
Ma-uri - El nombre procede del sistema polinesio de curación
utilizado en Nueva Zelanda por expertos en artes Maoríes de
sanación mediante masaje, diversos rituales de curación y
un estilo de vida en íntima armonía con la naturaleza.
El embarazo
y el cuidado prenatal (haputanga) es un momento muy especial para todos.
Haputanga es un enfoque tradicional maorí que utiliza una
combinación de suave masaje en el vientre, la alineación
del cuerpo y los puntos de presión. A su vez, existe en los
Maoríes la costumbre de masajear a sus bebés.
Tambien en las
islas Fiji es conocida la costumbre de masajear a los bebés con
aceite de coco por parte de sus madres con objeto de relajarles, nutrir su piel,
transmitirles mensajes de buena fortuna, amor materno y ayudarles a conciliar buenos
sueños.
En las islas
Bora Bora se puede acceder a recibir un ritual de Masaje (rayo de
sol), practicado por los jóvenes Mā’ohi. Se caracteriza por sus pases
lentos y profundos que inducen a la total relajación y contacto
Ãntimo con el Ser, facilitando el despertar de la conciencia y
complementados con el tratamiento mediante el uso de aceite de Monoï (que es esencialmente aceite natural de coco donde se dejan macerar flores de tiaré típicas de la zona), la
Vainilla y los saquitos calientes rellenos con arena procedente de las playas de las
islas (tuipones)
En
Tahití encontramos Taurumi Maohi (o el antiguo arte del masaje y
el toque polinesio) que ayuda a llegar al encuentro y acuerdo con uno mismo y dar la
sensación de hallarse totalmente "cuidado y protegido de falsas creencia y
supersticiones".
Las manos de
oro (rima piru) de los terapéutas-masajistas ayudan a "borrar la oscuridad" (Maruata) y revelar lo
que estaba dormido en el interior de la persona que recibe el masaje. La
palabra "rumi" evoca la idea de amasamiento, (masaje y
modelización), un proceso que moldea el cuerpo y el alma, el contacto y
la interacción con la piel, que llega hasta lo más
profundo del ser.
El arte de éste masaje presupone la capacidad de escuchar y prestar
atención al paciente.
No se puede
realizar sin estar en un estado de sincero entusiasmo y presencia ( ‘ana’anatae ) que garantiza la
concentración total.
Las manos
siguen las líneas de energía a lo largo del cuerpo y desatan
los nudos de tensión que bloquean el libre flujo de la Mana. El
Mana es esta energía que circula por todo el cuerpo
conectando a la persona y a los elementos circundantes.
En Nanumea, que
es la isla situada más al noroeste de Tuvalu (antiguamente Islas
Ellice), el masaje es conocido como Popo, la aplicación de
presión es Kukumi, y la aplicación de
calor es Tutu.
El masaje
tambien se ha documentado en Tikopia (donde existe un especial masaje
para la mujer embarazada y que es realizado por algún miembro cercano
del mismo género). Así mismo en las Islas
Salomon, en Rarotonga y Pukapuka en Samoa Occidental se conserva la
tradición de contacto y sanación a través de
las técnicas de masaje.
Las ancestrales costumbres de los antepasados polinesios están siendo diluídas y fagocitadas por nuestro mundo tecnológico, sin embargo, la intención original de Aloha ("Amor", "Respeto", "la respiración de la vida") permanece. Una sesión de auténtico masaje polinesio en cualquiera de sus versiones o técnicas es un respiro del mundo exterior, una experiencia sagrada experimentada sobre la camilla de masaje que se transforma en un altar donde la divinidad toca con amor compasivo a nuestra humanidad material.
"Aloha
para aprender lo que no se dijo, para ver lo que no puede ser visto y para conocer
lo incognoscible" - Queen Lili'uokalani
Cuando el Masaje es Arte Sanador: Masajes Orientales Xiao Ying en Madrid